sábado, 21 de junio de 2008

Somos producto de nuestra propia creación; Consumibles provistos de fecha de caducidad. Y yo que siempre quise ser una "vulgar" piezucha de artesanía

Y yo que quise... Pues eso, ser una "vulgar" pieza de artesanía, me he dado cuenta de que no hay más método de concebir al ser humano que a través de los engranajes grasientos de la maquiavélica maquinaria que nos ha creado. El desfile de autómatas viaja ahora en la cinta transportadora, al tiempo en que intento recordar el momento en el que fui concebido y programado para ejecutar una determinada tarea, pero me niego. Sueño unas manos que me dieron forma, siento la presión dactilar sobre mi piel, percibo el aliento, la ligera carcajada de satisfacción y... Un trato exquisito en general, personalizado, a un tiempo, a un producto y dentro de un determinado estado de ánimo de mi creador, a quién he de agradecerle mi relativa asimetría, pues es un aspecto más que conforma y confirma la belleza y personalidad de la creación, así como el bagaje y la infinita capacidad del creador, o la creadora (no sabría distinguir sexo, solo sentía diez dedos modelándome con total serenidad y firmeza).
Un brusco escalofrío irrumpe en el divagar de mi mente, y me recuerda rutinas, fracciones de un calendario con el que aun no he llegado a un entendimiento, ni siquiera a lo largo de nuestras dilatadas tardes de té... No soporto estos elementos fríos y calculadores, pues son partes de un mundo diseñado para hallar de pleno nuestra esclavitud, así como para alcanzar un orden cuya necesidad es tan dudosa como opaca. En mi lucha interna, logro alcanzar con la vista las zonas más próximas de mi ser, y compruebo la realidad del hecho del desplazamiento de todo en general. El sudor frío de la desesperación, la incertidumbre y el desasosiego es lo único que en este momento me aleja de aquella fábrica. Por lo demás... La felicidad plena vinculada a la libertad personal absoluta siguen siendo aquellos elementos unificados en un complejo mecanismo ejecutado en la creación de un alfarero. No pararé hasta ver su sinfín de piezas complejas como un cúmulo de objetos desordenados de arcilla, al tiempo en que fluye una paz convincente.


Flor de pradera, de ti necesito...
De tu esencia me impregné y ahora estoy atado a ti.
El sulfuro acuoso reclamo, es el deseo que por ti siento.

"El Último de la Fila".